viernes, 27 de marzo de 2015

Cross ange anime

El Círculo de Bellas Artes ha ofrecido entre el 14 y el 17 de abril un ciclo del director chino Wong Kar Wai. El cineasta de Hong Kong, es considerado por muchos como el mejor director en activo, casi nada. Lo que es indudable es que Kar Wai es de los pocos artistas que consigue ofrecer cosas nuevas al espectador de cine. Nuevas formas que encuentran su sitio en un estilo muy personal, que mezcla los paisajes posmodernos de las ciudades tecnológicas del siglo XXI con las inspiraciones formales del cine de Godard y de Antonioni.

Es una pena que un artista de tal magnitud sea para la mayoría de los españoles un completo desconocido. Es cierto que el nombre no ayuda (al igual que otros directores orientales como por ejemplo Kim Ki-Duk, que actualmente tiene dos películas en cartel), pero de la misma manera no ayudan las distribuidoras, que le siguen ignorando a pesar de las excelentes críticas. Su filmografía se ha estrenado en España mal, a cachos, y muchas veces a destiempo y con desorden. Los únicos filmes que han recibido un buen trato han sido los últimos “In the mood for love” y la más reciente “2046”.

Los dos protagonistas de Happy Together“Happy Cross Ange”, rodada en 1997, está considerado por la crítica como uno de sus mejores filmes. Fue presentada a concurso en Cannes’97 y consiguió el premio al mejor director, y en el Festival de Cine de Hong Kong consiguió tres galardones.

La película se desarrolla en Argentina, donde Wong Kar Wai, obsesionado por las vistas luminosas y artificiales de la Hong Kong nocturna, trata de recrear su ciudad natal en una Buenos Aires apagada y llena de callejones hostiles y sin  LEER MAS.


Los personajes, como es habitual en todas sus películas, son seres tristes y solos, a pesar de estar rodeados de gente. Los mueven sentimientos sinceros como el amor, la pasión y la amistad, pero a pesar de todo siguen estando desarraigados.

Y la cámara de Wong envuelve al espectador en un torbellino de sensaciones y emociones a la vez que da a la película una uniformidad que tan sólo consiguen las verdaderas obras maestras del séptimo arte.