lunes, 26 de enero de 2015

Sexo casero

Pereza. No quiero escribir. Angustia. Enredo pensamientos dispares. Se encuentran, se trenzan, pelean, se dicen adiós. Palabras volando. Intento atraparlas. Suelto por el aire hojas en blanco. Las letras se acercan despacio, no se fían, no quieren acercarse al papel inmaculado. Lo rozan, se ríen y siguen volando dispersas a mi alrededor. Da igual, no me apetece cazarlas. Pero ellas siguen y siguen, revoloteando como moscas. ¡Malditas! Os voy a cortar las alas, lo juro. Enciendo el ordenador y el brillo de la pantalla las deslumbra. Sois mías, pienso. Se van acercando como una nube negra y forman una frase: “Y ME CUESTA ACEPTAR QUE NO VAS A VENIR”. Tengo el tiempo justo de leerla y ya no está, vuelven con otra: “Y YO NO LO SABÍA”, y otra: “SIN TI NO SOY NADA”. ¡Callaros, idiotas! ¿qué estáis escribiendo?. Hablo sola. Nadie puede escucharme, las palabras son sordas. Pongo la radio. Quiero que se vayan, quizá la música las eche de aquí. Se mezclan con las notas: “NECESITO MEDICINAS, UN PAR DE DOSIS DE BESOS ANTES DE CADA COMIDA”. Graciosas, ellas. Me entra la risa. Les gusta. “HACE TIEMPO QUE TE VENGO NECESITANDO”. Me cruzo de brazos y levanto los hombros. Desaliento. Me rindo. Hoy no me hacéis ni puto caso. Vale. Cuchichean. No tienen voz, pero cuchichean. Oigo su murmullo. Y vuelven a la pantalla. “SIEMPRE, ES EL TIEMPO QUE ME QUEDA”. Asiento, en silencio. “Y TUS OJOS ME MIRARON”. Me estoy empezando a enfadar, esto no tiene ninguna gracia. “Y SI TIENES QUE MARCHARTE, LLÉVAME EN UNA MALETA, YO PROMETO NO PESARTE, TÚ PROCURA NO PERDERLA”. Nadie se tiene que marchar, porque nadie ha venido. Se equivocan, no saben lo que dicen. “DIME QUE HAGA LAS MALETAS, Y YO LO HARÉ”. Tampoco voy a ninguna parte. “Y MI VOZ TE ARROPARÁ, Y EN TUS SÁBANAS, MI ALIENTO”. Apago el monitor y ellas salen disparadas, se plantan delante de mis ojos. No necesitan soporte alguno, se revuelven, cogen sitio y se quedan allí flotando en el aire. “NADIE PIENSA EN TI COMO LO HAGO YO, AUNQUE TE DE LO MISMO”. Ya, están copiando las canciones que suenan en la radio. Eso es trampa, tramposas. No tenéis imaginación. No me hacen caso. “NO VAS A VOLVER, TE CONOZCO BIEN, YA BUSCARÉ QUE HACER CONMIGO”. ¡Basta ya! Cierro fuerte los ojos, muy fuerte, tanto que me duelen. Todo está negro, hasta que aparecen ellas brillando en la oscuridad, colgadas del pensamiento. “ME SIGUE RONDANDO LA SOMBRA DE TI”.Apago la radio, en un nuevo intento de que desaparezcan. “TODOS Y CADA MOMENTO QUE HASTA HOY LLEVABA DENTRO NO LOS QUIERO JUNTO A MÍ, SE LOS REGALO AL OLVIDO”. Vale, estoy de acuerdo, os olvido, me olvidáis. No tengo ganas de escribir lo que os dé la gana a vosotras, yo soy la que mando, yo soy la que os invento, sin mí no sois nada. Se carcajean con grititos agudos, como adolescentes, toman aire. “¿QUÉ HAGO AHORA CONTIGO? AHORA QUE ERES LA LUNA, LOS PERROS, LAS NOCHES, TODOS LOS AMIGOS”. Ya no sé qué hacer. Y... de repente... silencio, la blancura del papel, la pantalla vacía... han desaparecido. Respiro tranquila. Me siento de nuevo ante el teclado dispuesta a inventarlas, yo sola, sin su ayuda, sin que escriban más tonterías y... ahora que las necesito... no quieren volver.

http://girlscaseras.com/